lunes, 26 de abril de 2010

Necropolis del Puig des Molins

El yacimiento, Patrimonio de la Humanidad desde 1999, está situado a los pies del montículo que le da nombre y fue el cementerio de Ibiza desde la fundación de la ciudad por los fenicios a finales del siglo VII aC. Es la necrópolis más grande y mejor conservada de la cultura fenicio-púnica, con más de 3.000 tumbas púnicas de cámara y pozo de acceso denominadas hipogeos.

Monumentos Ibiza La Necropolis del Puig des Molins experimentó un gran desarrollo en época púnica, concretamente del siglo VI a.C. hasta el final del siglo I d.C., llegando a ocupar 50.000 metros cuadrados de superficie. El cementerio continuó utilizándose en época romana desde el siglo I al V dC y también posteriormente durante los siglos VI y VII dC. La visita al recinto permite introducirse dentro de un conjunto de hipogeos dotados de escaleras de acceso e iluminación.

Como consecuencia de la explotación agrícola del yacimiento en los últimos siglos, su superficie fue abancalada y cubierta de frutales, principalmente olivos, así como algunos almendros, algarrobos e higueras, generalmente plantados en los pozos de acceso de las tumbas. En la actualidad, debido a la interrupción de las labores agrícolas en las últimas décadas, toda su superficie se encuentra cubierta por una capa de sedimento con espesa vegetación arbustiva, que oculta la mayor parte de las sepulturas existentes. De éstas exteriormente sólo son visibles 340, la mayoría de ellas tumbas de pozo y cámara excavados en la roca, de época púnica, denominadas "hipogeos". Sin embargo, el número de real de las mismas, sin contar otros tipos de sepultura, se estima en torno a las 3000.

Entre los puntos que se pueden visitar del yacimiento, se halla el área de excavaciones del sector noroeste (donde se pueden contemplar los resultados de los trabajos realizados entre los años 1977 y 1982, cuando fueron sacadas unas cuantas sepulturas que van desde la época fenicia hasta la romana) y un conjunto de hipogeos -a los que se puede acceder-, con una reconstrucción de diversos enterramientos que poseen sus correspondientes ajuares.

La Necropolis del Puig des Molins de Ibiza es, en definitiva, una serie de cuevas a las que se descendía por una abertura -cerrada con losas-, a los sarcófagos. Allí los cadáveres, a veces, estaban cubiertos por unas placas. En los enterramientos, de inhumación o de cremación según la época en que fueron ocupados, se han encontrado ajuares con cientos de figuras de barro cocido, algunas son representaciones del propio difunto, otras son de divinidades y de animales sagrados, y junto a ellas, se han encontrado amuletos, vasos con ofrendas, joyas, monedas y otros objetos.

Las representaciones divinas hacen referencia, en su mayoría, a Deméter y Core (diosas que fueron adoradas en todo el Mediterráneo hacia la segunda mitad del siglo V a.C.). Aunque existen representaciones de los muertos en formas masculinas, con o sin barba, las más numerosas son en formas femeninas, las cuales tenían muchas decoraciones en barro, como rosetas, palmetas, volutas, flores, roleos y temas griegos y orientales. Los estilos de las figuras, respecto al arte, son de tres clases: egiptizantes, púnicos (las más exuberantes) y griegos.

El Museo Monográfico de Puig des Molins se sitúa en un edificio de la década del cuarenta del siglo XX, y fue creado para albergar y depositar la enorme cantidad de piezas y restos hallados en la necrópolis. Durante el siglo pasado el área situada detrás del edificio del museo fue utilizada como cantera. Este hecho hizo que la ladera quedara cortada verticalmente, dejando visibles en la sección numerosas tumbas, excavadas a diferentes profundidades. Esto permite la observación detallada de la estructura de diversos hipogeos, con sus pozos de acceso y cámaras de diferentes formas y tamaños, casi todas ellas perforadas por los saqueadores de tumbas; y por otra parte el corte ofrece una imagen significativa de la configuración del subsuelo del yacimiento.

Hipogeos de la Mula

El conjunto de hipogeos a cuyo interior puede accederse era conocido como "Hipogeos de la Mula" por haber sido descubiertos fortuitamente en 1946, al hundirse una mula en el pozo de uno de ellos. En 1948 se acondicionaron para su visita, iluminándolos y construyendo las escaleras de acceso. Posteriormente se han ido realizando diversas modificaciones en su interior, como el rebaje del suelo para obtener mayor altura, mejora de la instalación eléctrica; y más recientemente, la reconstrucción de algunos enterramientos con su ajuar correspondiente. Por otra parte, las paredes de las cámaras están agujereadas por los saqueadores de tumbas de todas las épocas, formando así una red de pasadizos que las comunican unas con otras. Por todo ello, su configuración actual es sensiblemente distinta a la original.

En la antigüedad de esta necrópolis de Ibiza cada una de las cámaras era un espacio completamente cerrado, cuya única abertura al exterior era su pozo de acceso. Entre ellas pueden observarse sensibles diferencias en su forma, tamaño y número de sarcófagos. Su apertura data de los siglos V y IV a.C., pero en su interior se realizaron enterramientos durante toda la época púnica, desde el siglo V hasta el siglo I a.C.

Vía Viajes.net

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